
09 Dic Portugal de Punta a Punta 2020
Una gastronomía única, carreteras con trazados y asfalto dignos de circuito, altas montañas, largas extensiones de playas, ciudades y pueblos con tradiciones milenarias… ¡estamos en Portugal!
Ocho días emplearemos en recorrer nuestro país vecino de Norte a Sur.[/vc_column_text]
Las motos van llegando a lo largo de la tarde a Braganza, ciudad donde dará comienzo la salida de este gran viaje y donde también daremos nuestro primer briefing de bienvenida e instrucciones para el buen desarrollo del mismo.
Caluroso recibimiento en Pinhao. Un clásico que no deja de sorprender en este viaje, aunque un poco caluroso, y en el sentido más literal de la palabra. A medida que desciendes al valle, plagado de parras dispuestas a dar lo mejor de ellas, la temperatura asciende exponencialmente. El precioso puente metálico nos espera para cruzar el Duero y llegar a nuestro alojamiento, un baño en la piscina antes de la cena no nos lo quita nadie.
Llegada a nuestro gran hotel, muy próximo a Monsanto. En este pequeño pueblecito, enclavado en las inmensas rocas de granito, no encontraríamos hoteles con la capacidad y categoría a la que estamos acostumbrados a ofrecer a nuestro amigos y clientes.
Vamos a hacer la pregunta de todos los años. -¿Quién quiere subir hasta arriba? Respuesta de algún repetidor de este viaje. -Ni de coña!!! Respuesta de los nuevos. -¿Mola? Resultado… subimos hasta arriba. Subir por este pequeño y extremadamente inclinado pueblo, cuyas viviendas están incrustadas en enormes bolas de granito formando un paisaje de belleza extrema, no tiene descripción, ¿verdad? Otra cosa es dar la vuelta a las motos en espacios tan reducidos. Pero como decía mi abuela, “sarna con gusto no pica”. La bajada de este “empinado” pueblo siempre incita a una parada en el bar de la plaza y unas fotos desde el maravilloso mirador. Estamos justo en la frontera de Portugal y España.
Nuestro equipamiento se esta comportando a las mil maravillas en este viaje. Viaje en el que encontramos días de más bien fresquete, y otros días donde el calor nos acompaña durante toda la jornada. Excelente trabajo el de nuestro equipamiento T.ur
En este viaje no dejamos terreno sin explorar. Cruzar Portugal de Norte a Sur implica estar expuestos a distintos climas y distintos firmes. En este caso la satisfacción ha sido mayúscula con el comportamiento de nuestros leales Trailmax Meridian de Dunlop.
La gran ciudad nos espera. No debemos llegar demasiado tarde a Lisboa para aprovechar a conocerla en profundidad. Aunque tenemos dos días para hacerlo hay mucho que ver, y Sintra y Cascáis no se quedarán sin recibir nuestra visita.
Eludir los innumerables peajes y las ingentes autovías en ciertas zonas de Portugal no es tarea fácil. Pero nada es imposible y haciendo alguna que otra “filigrana” continuamos nuestro viaje íntegramente por comarcales y secundarias, que es lo que mola.
Esta pandemia nos está limitando bastante, y el Castillo de Sintra no va ha poder ser visitado en esta ocasión. –Ya tenéis excusa para repetir!!! Aunque creo que no les hace falta…la excusa digo.
El Cabo Da Roca no se nos escapa. Un delicioso café y unas fotos de recuerdo antes de continuar a nuestro restaurante Porto de Santa María, en la guía Michelin lo ponen de fábula, vamos a comprobarlo un año más.
La Sierra de Monchique, con su increíble y desconocido puerto, nos espera hoy para recibirnos en un hotel que nos dejará con la boca abierta. Y creo que hoy iremos con más tiempo. Spa, piscina, relax. Mmmmmm…
Desayuno sano y nutritivo con la sierra como escenario para dirigirnos a nuestro último día donde pernoctar, la mítica Faro. Pero no sin antes parar a comer en la ajetreada y nocturna Portimao.
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